dissabte, 18 de febrer del 2017

Bajé y sentí









Y paré y observé.
El sauce llorón en su intento por bailar
movía las ramas como el mar en su quejido.
El verde del prado brillaba en su intento
por ser escuchado como la silenciosa soledad de la noche.
Entre los arbustos la belleza de una conversación
entre pájaros dando de comer a sus pequeños
y la sensación del otoño tardío en el cielo nublado.

¡Cuánta belleza en un solo instante!
Las hojas me saludan en su movimiento,
inspiro el aire y oh! La gratitud del bienestar
me recompensa con una lágrima.

Y paré y observé.
Jamás creí poder sujetar tanta obra de arte
en una sola e inquietante tarde de octubre.